UN REY IMPOPULAR
Cuando Joseph Bonaparte, hermano de Napoleón, recibió la noticia de que se iba a convertir en el nuevo rey de España, no se mostró demasiado entusiasmado; y es que, aunque la idea de ser rey parecía muy atractiva, no lo era tanto...
Por un lado, él sabía que la mayor parte del pueblo español no lo aceptaría fácilmente; por otra parte, Joseph ya era, además, rey de Nápoles, en Italia, donde ya disfrutaba de una vida muy acomodada.
No obstante, en 1.808 se trasladó a España donde, para su sorpresa, encontró el apoyo de un sector de la población, los "afrancesados" (que eran, principalmente, aristócratas y nobles que tenían la esperanza de que el nuevo rey trajera consigo cambios y progresos al país).
Sin embargo, la inestabilidad política y la oposición de la mayor parte del pueblo, que no querían al rey francés, provocó que, pocos años después, en 1.813, Joseph regresara a Francia, lo cual, a su vez, propició la vuelta de Fernando VII, "el deseado", al trono español.
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